viernes, 4 de julio de 2008

el asombro

"...Cuando el niño era niño, caminaba con los brazos abiertos, quería que el riachuelo fuera un río, el río un torrente y el charco un mar...
Cuando el niño era niño, no sabía que era un niño. Todo él era alegría y todas las almas una.
Cuando el niño era niño, no tenía opinión sobre nada, no tenía costumbres, se sentaba en el suelo, corría por doquier. Tenía un tirabuzón en el pelo y no hacía muecas al hacerse fotos.
...El consuelo de levantar la cabeza hacia la luz al aire libre, el consuelo de ver el color de los ojos de las personas iluminados por el sol...
... Era el momento de hacerse esta pregunta:
-No es la vida bajo el sol un mero sueño?
-No es lo que yo veo,
oigo y huelo nada más que el reflejo de un mundo delante de otro mundo?...
Así empieza "Las alas del deseo" de Wim Wenders... y cuando pienso que el día está horrible, feo y gris, veo unos nenes salir del colegio. Las mamás les llevan paraguas, capuchas, pilotos con estampados de vaquitas de san antonio... y los nenes salen sin frío, sin molestarse por la lluvia, a chapotear en los charcos y salpicarse...
Al final buscamos, como sea, volver a conectarnos con estas sensaciones básicas, tal vez peco de 'primitivista", pero hay tanta simpleza en lo que nos genera asombro, o lo que nos hace sentir realmente bien.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuanta razon tenes... en lo elemental esta el secreto, lo más simple. Lindo tu blog.

Sol dijo...

gracias, no puedo decir lo mismo del tuyo porque no lo puedo ver! (odio las negritas que no me dejan voyerear al comentarista, no es injusto)