martes, 12 de febrero de 2008

Menena


Suena el teléfono, ya lo sé, no quiero oir pero escucho.
Trato de repetirlo como puedo, que no siempre es la mejor manera para los demás (tampoco quieren escuchar) y estas diapositivas que estaban en algún lugar de mi memoria se despliegan sin permiso.
Mi abuela gallega, grita auxilio porque nos quedamos encerradas en un ascensor metálico y gris por donde se lo mire, sus tacos marrones y pasos cortos y sonoros, acalorada, con los cachetes rozagantes sobre una piel lisa y blanca, agita su abanico negro y rojo, maneja un Valiant azúl, le encantan las orquídeas violetas, jefa repostera de unas bombas de dulce de leche riquisimas y ardua lectora de la revista HOLA con la ilusión de que su nieta se case con Felipillo para convertirla en Reina de España, nos enseña a pintarrajearnos y limpiarnos las culpas con agua, creadora de una gallina fantasiosa que me dejaba chocolates si me portaba bien, llega los domingos santos envuelta en uno de sus tapados de piel… portadora de una rosca (siempre me pareció que el huevo duro estaba demás)… y es la única persona que conozco que pide helado de marrón glacé, conocen a otra?
Durante unas vacaciones en Brasil, me embadurnó durante un mes con un bronceador que atraía abejas y me peinaba con el pelo bien tirante para ir a comer… una difícil convivencia en la que terminé practicando puntería con una sandía y su cabeza.

Semáforo en rojo, veo la gente cruzar la calle, y no entiendo cómo es que alguien ya no está… comprando el diario, mirando los árboles, quejándose del calor… cruzando la calle, con la circulación del brazo cortada por las garras de una abuela que aprieta para apurar a cruzar de un solo tiro la 9 de julio… para llegar a Harrods a ver a Papá Noel.
La mujer más amada que conocí, usaba enaguas lindísimas para que su marido no las quiera ver puestas en otra mujer, aseguraba que lo bueno venía en envase pequeño!
Una petisa (ups) regordeta (ups) brava (ups) mandona (ups) …(me pregunto si todo esto será hereditario)...

En una habitación beige, otra mujer beige, vestida con un traje beige, cierra su carpeta beige y la deja en la mesa beige diciendo: Pasamos a elegir el cajón?
Y yo digo: el negro! Bajo ningún punto de vista voy a dejar que mi abuela con esta vida tan colorida termine en una casa de madera beige…. La religión católica es culpa y contradicción. Si están seguros que existe la reencarnación, si realmente creen en el Paraíso, por qué lloran?

No soy católica ni apostólica ni romana.

Como un marrano. Como un marrano llorón y aliviado.

Lloro.

1 comentario:

mercedes dijo...

Realmente siempre envidio en secreto a alguien que puede disfrutar de sus abuelos de grande......Yo al mío lo disfruté hasta los 15, y por más que sepa a la lejanía que tenía un par de defectos dificiles de perdonar, para mí sigue siendo Pancho, una especie de héroe de la cual yo era su nieta preferida, quien al estilo "the big fish" conocío pernajes mágicos, como ser Don Segundo Sombra, señoras que podían mover vasos con la mirada, leyendas de ese tipo de las cuales el estaba muy convencido y repetía siempre como si fuera la primera vez las contaba....
Mis viejos murieron un año antes que él, y no se porque extraña razón, sólo cuando me acuerdo de él, se me estrecha el corazón... y también lloro.
Sol, te mando un abrazo fuerte!