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jueves, 1 de mayo de 2008

Una casa de Té.








"Cuando el té es hecho con el agua proveniente de las profundidades de la mente, cuyo fondo va más allá de toda medida, entonces realmente tenemos lo que es llamada la ceremonia del té."
(Toyotomi Hideyoshi)

El té es uno de los elementos más conspicuos de la cultura japonesa. Desde su introducción en el siglo X por monjes zen, procedentes de China, su uso ha evolucionado hasta influir en muchos aspectos, como la caligrafía, el diseño arquitectónico y de jardines, los arreglos florales, la cerámica o la poesía. La compleja y fina estética desarrollada en torno a la ceremonia del té, modelada por Sen Rikyu Soeki, va mucho más allá de cumplir simplemente un rol alimenticio o social como en Occidente.
Así, la ceremonia de té (sadoo o chanoyu)
durante la época de las sangrientas guerras entre estados (1467-1572), se convirtió en símbolo de paz, en un rito que los samurais encontraban sosiego tras jornadas de lucha. De hecho, debían dejar sus espadas afuera, antes de entrar al recinto. La ceremonia del té es un ritual sagrado, como sagrado es el espacio en que se realiza y sagrados son los utensilios que en él se utilizan. Sin embargo, en el sadoo no se invocan deidades, por lo que lo "sagrado" de la ceremonia reside en la asamblea reunida en la casa de té. Son los participantes los que se constituyen en sagrados ya que el Budismo zen, bajo cuya influencia la ceremonia de té tomó forma, busca lo sagrado no fuera, sino dentro del ser humano.
En ese sentido, es común que las casas de té se encuentren separadas del mundo cotidiano mediante algún elemento, por lo general muy sutil.


Algún día iré a hacer el Camino de la Filosofía a Japon.... mientras tanto dejo el link de las actividades del Jardín Japonés para mayo y esta obra en cartón de Shigueru Ban.

jueves, 17 de enero de 2008

Sayonara Tokujin!





La sensación que siento cuando conozco algo nuevo que me gusta mucho es sumamente placentera.
Experimento una ansiedad... quiero saber más, ver más y nunca alcanza.
Físicamente quedo con algunos trastornos momentáneos, se me acelera el cuore, se me dilatan las pupilas, muevo el cuello como una lechuza inquieta que quiere ver 360 grados a su alrededor para no perderse ninguna visión del mundo y finalmente me queda ese dejo de amargura, me resigno a la escencia del deseo que trae aparejada esa insatisfacción constante, asumo que no puedo abarcar todo, y me aquieto .... corro hasta descargar toda esa energía que queda dando vueltas por el cuerpo, desapegándome como puedo de esos desconocidos para mí, que se esconden en el anonimato del mundo y están tan cerca... solamente nos separa un avaro @....
Y Google que no coopera con esta clase de adicciones... soy una G enfermita! Ya lo conversamos, pero no hay vacuna, o la tiene Bill Gates escondida en algún lugar....

Encuentro así a este diseñador japonés con el que me iría a trabajar hoy mismo....

Se llama Tokujin Yoshioka y hace unas cosas que me vuelan el bocho, como la instalación de pajitas transparentes y la de carilinas sobre pared...
Más es Menos! Y los orientales están de vuelta...

Tokio es el futuro... allá voooooy!