Sábado de Onsen, pienso que mis caminos son caprichos (y caprichosos) y que Tokyo es mi nuevo destino!
.... vuelvo a veces a creer que quiero volver a querer creer que las casualidades no existen....
kimono, libro usado, muñeca nueva (y más brava), sushi man, origami, palitos y los palitos, kung-fú, bamboo, momiji dance dance dance , Said, Shigueru ban ban ban ban ban... el libro de cocina, té verde, jardín (es) japonés(es), la grulla, rambutan, toyo ito, el minimalismo, los cerezos, una geisha, etc, etc, etc.
y otras veces me relajo, porque es imposible o es suficiente, que mi pagoda tenga luz y que mi lista de "prescindibles" sea cada vez más larga... me hacen sentir liviana.
Por su puesto, yo tampoco sé qué hacer!
necesito tanto irme como volver,
Onsen, el remojo...... y entonces el invierno no es tan malo ni tan frio ni tan oscuro ni tan incierto ni tan solo ni tan libre como uno recordaba.
y uno vuelve con las manos vacías pero habiendo encontrado lo que buscaba.
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