Esta mañana, los pasajeros de la linea C suspendieron el servicio porque un hombre se arrojó a la vías. Los pasajeros, hartos de las molestias diarias, arrojaron piedras e intentaron prender fuego una formación.
En Tokio, optaron por privilegiar el confort de los pasajeros y reducir el impacto medioambiental.
Utilizando una nueva tecnología, la levitación electromagnética, el tren circulará a más de 300 kilómetros por hora. Los sillones son de terciopelo, hay salones de maquillaje, audio de canales musicales, un ventilador bajo el asiento para refrescarse y los diseñadores agregaron lámparas de lectura individual, una mesita para escribir o trabajar con la notebook, enchufes eléctricos y un servicio audio de canales musicales.
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